martes, 17 de julio de 2007

Crack


Hagamos un ejercicio de suposición. Supongamos que un día te casas. Tienes un hijo que con el tiempo acaba siendo ligeramente rollizo. Te divorcias por razones que no vienen al caso y ves a tu orondo retoño sólo los fines de semana. Y un verano te iluminas: "Mira, me llevaré al chaval a los Sanfermines". No le daré kalimotxo, porque el crío aún es joven, no sea que con los años acabe como yo. Pero eso sí, lo voy a hacer un hombre. Le compro unos pantaloncitos bancos, un pañuelo rojo y lo pongo a correr delante de un Domecq de 500 quilos. El niño, que en clase de gimnasia nunca ha sido un privilegiado, hace lo que puede, corre, se pone rojo, resopla ... y tú a su vera, riendo orgulloso. "¡Qué bien lo pasemos!". Salís airosos de la experiencia y os metéis un chuletón para celebrarlo (por aquello de seguir colaborando en el desarrollo corporal del crío). Tú eres un crack y tu hijo va por el camino.

El Lunes vuelves a Madrid y se lo devuelves a su madre. Ya cuando abre la puerta percibes que no está de buen humor. "¿Qué tal por Pamplona ... bien, no?". Respuesta: "Pfff, lo normal, mucha gente y mucho guiri". Y entonces te dice "¿Sabes que Cuatro este año ha hecho unas retransmisiones de la ostia, no?". Ups. Marrón al canto. "Despídete del crío, que tardarás en verlo". Marronazo. Un juez sin sentido del humor, quizá una juez feminista y con cero comprensión, te quita el régimen de visitas. Has perdido al crío por un fin de semana. Un fin de semana de crack.

1 comentario:

Harvester Of Sorrow dijo...

Igual el padre estaba hasta el gorro de aguantar a un crío con pinta de ser el blanco de todos los chungos del cole. Quizás el campeón ideó un maquiavélico plan para quitarse la engorrosa costumbre de, un fin de semana cada quince días, tener que ir a recoger a su retoño para que su ex mujer pueda tener un weekend romántico con su nuevo fulano.
Si es así, enhorabuena a ese campeón. El chaval se lo pasó en grande y él ya se puede dedicar a dormir la mona los domingos por la mañana para despertarse cinco minutos antes de que empiece el partido del Madrid en el Pay Per View.